jueves, 4 de febrero de 2021

Calvaire (Calvario), 2004

 

 

Calvarie es una película que me ha dejado completamente descolocada. Y es que esta mezcla de thriller de pueblo profundo conjugada magistralmente con el survival más malsano, donde la niebla, como un personaje más de la trama, nos introduce en un climax donde el terror más puro y duro se hace patente, nos arrastrará irremediablamente, o incluso dulcemente, hasta la locura.

Horror a lo belga, de la mano de Fabrice Du Welz, desconocido para mí hasta este momento pero al que no pienso quitarle ojo, pues la dirección de este extraño film es impecable y, sin grandes artificios, sin litros de sangre ni espectaculares efectos de sonido en los momentos más tensos, (aumentando más la angustia si cabe pues lo más gore ni te lo ves venir), consigue hacérnolos pasar muy que muy mal. 

Destacable esos giros de cámara tan bien estudiados, el insinuar, más que mostrar, esa atmósfera enfermiza cuando toca,y el impecable in crescendo al que nos somete, con un final, para mi gusto, perfecto.

jueves, 10 de septiembre de 2020

I Am a Ghost (Soy un fantasma), 2012


I Am a Ghost es una de esas pequeñas maravillas que, cuando ya creías que lo habías visto todo sobre un tema tan repetido a lo largo de la historia del cine como es el de los fantasmas, te hace volver a creer en la capacidad creativa de la humanidad. 

Y es que, aunque estamos delante de una ópera prima de bajisímo presupuesto, con una simpleza visual que definiría como alucinante en toda su desnuda naturalidad, su originalidad acaricia lo sublime. 

Y cuando descubres que el director es el responsable del guión, la fotografía, e incluso de su producción, además de encargarse personalmente del montaje, que en total creo recordar que el elenco responsable de la película no sobrepasa las seis personas, y que el film aguanta con una única protagonista y una sola ubicación, comprendes que, para llevar a buen puerto una buena idea, no son necesarias inversiones astronómicas. 

Despojada así de adornos supérfluos, esta cinta independiente, con leves tintes que podrían recordar a The others, 2001, (traducida como Los Otros) y cierta locura de Groundhog Day, 1993,(Atrapado en el tiempo), e incluso en sus momentos finales con cierto sabor a Ju-on, 2000, (La maldición), no nos lleva, sin embargo, a engaños sorpresivos. El terror, aquí, radica en otro lado. 

sábado, 29 de agosto de 2020

Delicatessen, 1991



Delicatessen es una película francesa donde se dan la mano el humor más negro y la ciencia ficción más distópica, codirigida por Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, y protagonizada por el siempre genial Dominique Pinon y la polífacética Karin Viard.
 
Así, en una Francia de época futura indeterminada, la contaminación, el desempleo y el hambre han reducido la población de manera exponencial, sobreviviendo apenas unos pequeños nucleos de personas, que se apiñan (al parecer) en bloques, muy separados entre sí, con una gran neblinosa nada entre medio, e interconectados por un cartero y un puñado de taxis que cobran los zapatos que el viajero lleve puestos.

De este modo peculiar nos hallaremos frente a uno de estos edificios comunales, a dónde arriba nuestro protagonista masculino ex-circense con la promesa de un puesto de trabajo como obrero de mantenimiento a cambio de casa y comida, y que es regentado por un carnicero con pinta de Jason Voorhees pero en gordo y sin máscara, cuya cara de decepción al ver llegar al esmirriado artista ya te hace sospechar que lo que menos le importa a este casero es que se cambien bien las bombillas.

Y es que en esta comunidad bizarra y loca, cuyo objetivo fundamental en la vida es alimentarse, vamos a encontrar personajes de lo más surrealistas y divertidos, como por ejemplo la co-protagonista en este caso miope y violonchelista (que se empeña en no usar gafas) hija del carnicero, o el señor del bajo que vive voluntariamente inundado y cuyas mejores amigas son las ranas y las babosas, o la familia que está dispuesta a donar a la abuela por la causa y que son incapaces de controlar a sus hijos malignos, o los dos artesanos que fabrican metódicamente cubos de juguete con sonidos de vacas, y que decir de la eterna esposa suicida que, ante la impasividad del marido, tiene muy mala suerte en su obcecada y creativa obsesión por matarse.

lunes, 10 de agosto de 2020

Swiss Army Man, 2016


Swiss Army Man entraría dentro del género que tildaríamos como comedia dramática, aunque con muchos (pero muchos) tintes de humor negro, y es que nos encontramos ante la arriesgada, loca, bizarra, y apasionante apuesta de Dan Kwan y Daniel Scheinert que conquistó y ganó el Festival de Sitges, y, por contra, provocó la espantada de la mitad de la sala en su estreno en Sundance.

Porque esta grotesca y kafkiana historia esconde, debajo del absurdo, un canto a la amistad eterna, una oda al amor como el verdadero sentido de la vida, donde la imaginación es el arma más poderosa para sobrevivir, y la cordura socialmente aceptada queda relegada ante lo que de verdad importa, seguir sintiendo.

Y ojo, porque aunque la enajenación del naúfrago te la ves venir desde el primer minuto del metraje, lo que no te esperas es la inmensa, disparatada y conmovedora maravilla en que va a implosionar.

Si a ello le sumas una fotografía escandalosamente bella de Larkin Seiple, una banda sonora (casi exclusivamente a capella) de las mejores que escuchado a cargo de Andy Hull y Robert McDowell, y una poderosa y acertada dirección, teniendo en cuenta que va a dos manos, hay que estar muy muerto, nunca mejor dicho, para no valorar esta película como un verdero tesoro, un soplo de aire fresco que, ante tanto remake, y tanto marvel y tanto slasher idiota brilla igual que el maletero de Tarantino.

lunes, 20 de julio de 2020

El inadaptado (Den Brysomme mannen), 2006


El Inadaptado es una película noruega, filmada en Islandia, perteneciente al género distópico, del director Jens Lien, (al que yo conocía por su cortometraje Kjøkken Mitt Elektriske o Mi cocina eléctrica, 1995) con la que me tropecé por pura casualidad.

Desde entonces se ha convertido en una de mis películas favoritas de dicho género, enamorándome en primera instancia su fotografía, a cargo de John Christian Rosenlund, y luego sumando el transfondo de la historia, redonda, perfecta, cínica cuando tiene que serlo, pausada cuando hay que reflexionarla, sorprendente y extraña como ella sola.

Con un magnífico guión a manos de Per Schreiner, nos encontramos ante una sociedad fría, gris, aséptica, que te proporciona todo lo que puedas desear antes de que te atrevas si quiera a desearlo. Pero algo no encaja. Algo anda "roto". Y al protagonista de esta historia, que se ve arrastrado involuntariamente hasta aquí, no se le escapa este detalle.

Porque en esta cuidad perfecta no existen las emociones, ni los sentimientos, ni, en el fondo, lo que es en esencia la humanidad. El aire es de lata. El chocolate caliente no tiene sabor. El alcohol no embriaga. El sexo no excita. La muerte no horroriza. Las personas parecen máquinas. Máquinas preparadas para recibir la felicidad.

domingo, 19 de julio de 2020

King Dza dza (Кин-дза-дза!), 1986


- Oye, en ocasiones veo...
- ¿Muertos?
- No, cine ruso y en original.
- ¿Y eso es tan malo?

Entonces, le contesto a mi interlocutor muy seria:

- ¡Ku!

Sí chavales, me costó lo mío demostrar que no estaba loca, que esta película dirigida por Gueorgui Danelia, y que surgió (créanme) para un público adolescente, con su lenguaje propio, su eterno desierto y sus pintorescos personajes calan muy hondo.

Porque King Dza Dza es una de esas joyillas raras cinematográficas del género clasificado como distopía fantástica que cuando las descubres, quieres compartirlas con los que te rodean, y crear "adeptos", como si fuera una secta exclusiva, cosa harto difícil porque yo me negué a verla hasta conseguirla en ruso original subtitulada, y no me arrepiento, al contrario, lo recomiendo, porque la música original, a cargo de Gia Kancheli, es una auténtica pasada (y aun así me quedo corta).

jueves, 16 de julio de 2020

As the Gods Will (神さまの言うとおり), 2014

 

Quién hoy en día no conozca al controvertido Takashi Miike, es que no visiona cine japonés. Lo que más sorprende a primera vista es la cantidad de cintas que produce, siendo uno de los cineastas asiáticos más pródigos, así que lo raro es que no te toparas aunque fuera sin querer con uno de sus múltiples proyectos, que, todo hay que decirlo, no son "para todos los públicos".

Con títulos en su haber como la fantástica Ichi the killer, o la imborrable y perturbadora Audition, hay que admitir que últimamente ha tirado más por un cine más comercial y adolescente, por lo que si esperas ver rastros de ese primer Miike (donde lo mismo te agobiaba a tope con imágenes de explícita zoofilia que, de buenas a primeras, te llevaba hasta un universo donde una vagina menstruando y tirando dardos venenosos era lo más corriente del mundo) ésta sin duda no es tu película.

Lo que puedo afirmar con toda tranquilidad es que sí encontrarás ese hilo conductor característico del director, donde el folklore japonés y el manga están muy presentes, de hecho, As the Gods Will se trata de una adaptación del cómic que lleva el mismo nombre, éste creado por Muneyuki Kaneshiro y Akeji Fujimura.

martes, 7 de abril de 2020

Milán , Calibre 9 ( Fernando di Leo, 1972)




SINOPSIS.

En un intercambio , 300.000 dólares pertenecientes a la banda del americano desaparecen. Tras la desaparición del  dinero , Ugo Piazza es condenado a la cárcel. Una vez termina su condena , Rocco, un gánster del americano , le espera a su salida para saber dónde se encuentra el dinero.

LA TRILOGÍA DEL MILIEU.

Inspirado por las novelas policiacas de Giorgio Scerbanenco , Fernando di Leo ilustró algunos de los hitos del Poliziotteschi o Italo-crime según algunas denominaciones, subgénero que heredaba las tendencias del polar francés , las películas de vigilantes americanas y varias de las tendencias estilísticas del giallo. Y todo ello bajo un clima de agitación sociopolítica (Los años de Plomo) .
El cine italiano de esa época necesitaba abrir nuevos senderos ya que el auge del spaguetti western estaba declinando (de hecho , uno de los taquillazos de esa época corresponde a Le llamaban Trinidad , versión caricaturesca del western italiano) y una películas americana de esa época abrió un atractivo filón: Harry , el Sucio ( Don Siegel ,1971). La desmesura latina hizo el resto, dinamitando conceptual y estéticamente los patrones en que se basaba.
En este contexto , di Leo construye su mítica Trilogía , de la que Milán , Calibre 9 , es su primer punto de contacto. Tras filmar ésta, cerraría el círculo con La mala ordina(1972) , conocida en España como Nuestro hombre en Milán y en 1973 rueda Il boss(Secuestro de una mujer).

MARIO ADORF.



Mención aparte merece la interpretación de Mario Adorf. Si bien el elenco es encomiable ( desde Bárbara Bouchet (inolvidable en su escena inicial de La tarántula del vientre negro( Paolo Cavara, 1971) a Philippe Leroy  (Las horas desnudas (Mario Vicario, 1964) , destaca la histriónica puesta en escena del actor suizo . De extensa filmografía en el mercado europeo , en 2016 fue galardonado en el Festival de cine de Locarno por su trayectoria junto a tótems como Roger Corman o Howard Shore. Su caracterización de matón simpático recuerda en no pocos puntos al Tucco de Eli Wallach en El bueno , el feo y el malo (Sergio Leone,1966). Y su carisma ha encandilado a no pocos directores , como es el caso de Quentin Tarantino , que en no pocas ocasiones ha manifestado su deuda para con este film.

VIOLENCIA BASTARDA

Macarra y amoral. Amoral como cualquier poliziesco que se precie (recordemos Milán tiembla, la policía pide justicia (Sergio Martino, 1973)) , su estética feísta , su cruda violencia y su brutal sinfonía ( que merece apartado al margen) se engranan como un reloj de alta precisión para ofrecernos un espectáculo sombrío y ( sí) elegante a la par , pues di Leo ofrece una sofisticada puesta en escena pese a narrarnos un turbio entramado. También merece recordar que fue una de las últimas interpretaciones del genial Frank Wolff ( La muerte camina con tacón alto (Luciano Ercoli, 1971) y la Obra maestra Hasta que llegó su hora(Sergio Leone,1968)) antes de suicidarse en un hotel de Roma a la edad de 43 años.


OSANNA Y LUIS BACALOV.


La banda sonora merece, por sí sola, un puesto de honor en la memoria cinematográfica. La película no sería la misma sin su sinfonía , presente desde los títulos de crédito. Ganador de un Óscar por El cartero y Pablo Neruda (MIchael Radford,1994) y fallecido en 2017 , Bacalov compuso un puñado de obras que están en los anales del séptimo arte : Django ( del denominado otro Sergio , Corbucci (1966), pieza maestra eclipsada por el torrente que supuso Leone), Yo soy la revolución( Damiano Damiani, 1966) o la más reciente Django Unchained ( Quentin Tarantino,2013).  En esta ocasión el argentino ( y nacionalizado italiano) contó con la inestimable aportación del grupo de rock progresivo napolitano Osanna.

MILÁN, ESCENARIO Y ACTOR.



Plató cinematográfico de innumerables obras , como Teorema( Pier Paolo Pasolini, 1968), El árbol de los zuecos ( Ermanno Olmi, 1978) o Rocco y sus hermanos ( Luchino Visconti, 1960) , la ciudad de Milán se convierte en envoltura y participante del desarrollo del argumento. Sombría y oscura como el guión , nostálgica y anónima en su magnitud, el arranque del film nos sitúa ante la Piazza del Duomo, lugar de encuentro y desencuentro, cuya catedral observa impasible el curso de los acontecimientos , del mismo modo modo en que Di Leo observa a sus criaturas . Di Leo no censura , observa y registra para el observador un mundo amoral , aséptico ante el escrutinio de un mundo sin Dios ( o donde Dios se olvida de sus vástagos) y donde los personajes están arrojados a la existencia con el único objeto de sobrevivir. Una epopeya nihilista sin redención, donde hasta los posibles atisbos de esperanza quedan pulverizados ante el demiurgo Di Leo, impasible contemplador de unos hechos donde no cabe la esperanza.

CONCLUSIONES.




El genuino género cinematográfico del poliziottescho permite , desde su atemporalidad , lanzar interrogantes sobre sombras que aún hoy día nos sacuden. Excelente sendero de reflexión y entretenimiento y  susceptible de mil interpretaciones, a quien guste del género se recomienda no solo la visualización de muchos de sus exponentes , sino también el visionado del excelente EUROCRIME¡ The italian cop and gansters films that ruled 70s ( Mike Malloy, 1972) así como la recopilación Beretta 70, excelente ejemplo de las músicas de estos añorados films.

CALIFICACIÓN: 9/10.

LO MEJOR: Su banda sonora.

LO PEOR: Que no mantenga siempre el ritmo de su desbordante inicio.